“El espectáculo tras el espectáculo”: Gucci se desnuda en Milán

Madrid – “Me decidí por revelar lo que permanece oculto tras las cortinas. Por hacer que ese milagro de hábiles manos y respiraciones contenidas saliese de las sombras”. Con estas palabras el director creativo de Gucci, el diseñador italiano Alessandro Michele, resumía el “éxtasis” que sacudía ayer la Semana de la Moda de Milán. Pasarela que se celebra del 18 al 24 de febrero en la ciudad italiana, y en cuyo marco la célebre firma italiana presentaba su propuesta para la próxima temporada Otoño/Invierno 2020/2021.

Diseñada bajo el nombre de “An Unrepeatable Ritual” (Un ritual irrepetible), el diseñador apostaba en esta ocasión por desnudar las bambalinas creativas de sus presentaciones, haciendo de ese mismo universo paralelo que coexiste a la realización de cualquier desfile, en el motivo central de su presentación. Recurriendo para ello a una impactante puesta en escena en el que las modelos, dispuestas a modo de carrusel, se mostraban cuales maniquíes frente a un “atelier” repleto de bocetos, fotografías y la atenta mirada de un equipo de “profesionales” liderados por el propio Michele. Responsable de una colección en la que volvían a ser constantes las muestras de su inconfundible estilo, mezcla de referencias y tendencias de distinta índole. Y entre cuyas prendas y complementos pudimos observar desde los habituales estampados monograma de la firma, hasta atrevidos vestidos de tul, prendas denim, colgantes con la cara de la patita Daisy, mucho volante y mucho crucifijo, arneses de cuero, vestidos y cuellos de inspiración baby doll o el icónico bolso “Jackie” de Gucci. Pieza bautizada así en honor de Jacqueline Kennedy Onasis, que la firma recupera para esta colección en unas llamativas tonalidades azul bebe, blanco, negro y rosa chicle.

La magia que permanece oculta en el backstage

Después de que los asistentes recibieran sus invitaciones vía WhatsApp y accedieran al desfile entre unas dramáticas cortinas que los conducían a lo que parecía ser el Backstage del evento, el espectáculo arrancaba con la voz en “off” del director italiano Federico Fellini. Una de las referencias creativas habituales del universo de Alessandro Michele.

“Una cámara de cine, algunos amigos dispuestos a ayudar, un equipo, un extraordinario. Un equipo de circo a decir verdad. Un equipo formado por personas que crearon un espectáculo mientras montaban el circo”, se escuchaba decir a modo de introducción, en lo que no era sino un magnifico ejemplo de ese concepto de “espectáculo” que actuó a modo de pulsión para la concepción del desfile ideado por Michele.

“Siempre he considerado los desfiles de moda como un evento mágico repleto de encanto”, como “una acción litúrgica que suspende lo ordinario, dotándolo de un exceso de intensidad”, aseguraba el propio diseñador en la nota previa a la celebración de la presentación. “Una celebración que se alimenta de las expectativas”, y en la que “mi pensamiento toma forma y se hace público”. “Existe la promesa de una preciosa entrega” en este “ritual irrepetible”. “Las luces se apagan. La gente se impacienta, esperando con las manos abiertas. Se produce un silencio en el que podría escucharse la caída de un alfiler, y siento los latidos irregulares de mi corazón y una acumulación de emociones”. Ahora, con este desfile, “ofrezco mi poética a esta tribu de espectadores”. “Quizás la utilicen para hacerse preguntas. Quizás me ayuden a mi a responder algunas. Puede que sirva para despertar otras que permanecen latentes. O simplemente puedan rechazarla”. Este “regalo es una materia viva, un acertijo con un significado que no le pertenece a nadie”, y que el diseñador ha buscado transmitir dando visibilidad a esa “inteligencia colectiva” que contribuye a la manifestación física de sus colecciones. A ese “hogar que adoro: el bendito pasaje a través del que la belleza sale de su caparazón”.

Photo Credits: Cortesía de Gucci.