El mejor Daniel Lee firma su mejor colección para Burberry
cargando...
Madrid – Tras unas primeras colecciones en las que el británico parecía no encontrar el tono adecuado que poder imprimirle a su paso por la dirección creativa de Burberry, parece que finalmente Daniel Lee ha logrado alinear su imaginario al del legado de la célebre casa de modas británica. Una cuestión que se terminó de poner en valor desde una nueva colección para la temporada Primavera/Verano de 2025, presentada este lunes, 16 de septiembre, como parte del calendario oficial de la Semana de la Moda de Londres.
Destacándose precisamente dentro de ese calendario oficial como una de las presentaciones y desfiles más destacados, esperados y relevantes de esta edición de septiembre de la London Fashion Week, que cierra definitivamente sus puertas este martes, una jornada después que la pasarela Mercedes-Benz Fashion Week Madrid, para cederle el testigo y todo el protagonismo a una nueva edición de la Semana de la Moda de Milán, Burberry presentaba a primera hora de la tarde de este lunes, 16 de septiembre, su nueva colección de hombre y mujer, para la próxima temporada Primavera/Verano de 2025. Una colección que había ya levantado de antemano una gran expectación, derivada del poder saber cómo Daniel Lee, anunciado como nuevo director creativo de Burberry, en sustitución del italiano Ricardo Tisci, en septiembre de 2022, iba a tratar de hacer frente, desde el área creativa, a la particularmente complicada situación por la que atraviesa la multinacional de la moda británica. Unas dificultades derivadas tanto de la actual situación de “normalización”, cuando no de contracción para el caso de la firma británica, por la que se encuentra atravesando la industria del lujo, a escala global, como de la estrategia que ha venido siguiendo la firma con el objetivo de afianzar su reposicionamiento dentro del sector del lujo.
Una estrategia esta que, tras la renuncia de Marco Gobbetti y su salida de la dirección ejecutiva de Burberry, en junio de 2021, para asumir la de Ferragamo, empezaba a flaquear, bajo la dirección ejecutiva de Jonathan Akeroyd. Máximo directivo de Burberry, hasta el pasado mes de julio, momento en el que, a la vista del mal desempeño que seguía experimentando la firma bajo su dirección, se anuncia la salida con efecto inmediato de Akeroyd de la dirección ejecutiva, y el nombramiento de Joshua Schulman, exdirector ejecutivo de Jimmy Choo, Coach y Michael Kors, como nuevo CEO de Burberry. Compañía que, como resultado del debilitamiento de su modelo de negocio experimentado durante los años bajo la dirección de Akeroyd, se ha decretado que termine de quedar excluida del exclusivo índice FTSE 100 de la Bolsa de Londres, a partir de este próximo viernes 20 de septiembre.
Ante esta turbulenta situación, también, qué duda cabe, ha terminado por quedar puesta en entredicho la figura de Daniel Lee, y su papel como nuevo director creativo de Burberry. Un nombramiento que suponía una apuesta personal y la primera gran decisión tomada por Akeroyd como nuevo CEO de Burberry, y cuyo mantenimiento al frente de la firma se pasaba ya a entrar a cuestionar, tanto a la luz de la caída de las ventas, como tras el anuncio de la salida del directivo y su relevo por parte de Schulman. Ejecutivo que por el momento parece decidido a mantener en su cargo a Lee, no haciéndolo responsable de la caída de un -22,24 por ciento de las ventas registrada durante el primer trimestre de este ejercicio de 2024, y, al menos por ahora, achacando la mala trayectoria reciente de la compañía a una serie de malas decisiones estratégicas con las que tratar de hacer frente a la desaceleración del consumo de artículos de lujo.
Todo un alivio para el diseñador británico, que no obstante a ciencia cierta que sabía que su trabajo iba a ser analizado en un todavía un mayor detalle, desde la presentación de esta colección para la temporada Primavera/Verano de 2024. Una colección que se daba a conocer de la mano de un sensacional desfile organizado desde el interior del Teatro Nacional de Londres, sobre una escenografía firmada por el artista británico Gary Hume, y bajo la atenta mirada de personajes como Damon Albarn, líder de la banda de rock británica Blur, o Anna Wintour, redactora en jefe de la edición británica de la revista Vogue, y a la que se ha señalado precisamente como la responsable de haber orquestado el nombramiento de Daniel Lee como director creativo de Burberry tras su polémica y cuestionada salida de la dirección creativa de Bottega Veneta. Una posición en la que, hasta la fecha, no podíamos decir que el británico hubiera llegado a dar muestras de su mejor talento como creativo.
Entre gabardinas deconstruidas y sugerentes vestidos de noche
Resarciéndose y evolucionando desde unas primeras colecciones en las que venía prácticamente a corregir el rumbo y la tendencia hacia la elevación de la marca que se había tratado de alimentar durante la etapa de Riccardo Tisci, para contraponer en contra una estética más urbana, aunque compartiendo su alma oscura y gótica, pero en acento de “punk”; en esta ocasión Lee ha sorprendido de grata manera con una propuesta que nos devuelve hasta aquellos años en los que logró afianzar su nombre dentro del ecosistema de la moda como director creativo de Bottega Veneta. Y no porque se haya limitado a replicar un trabajo ya hecho, sino porque, y finalmente, parece haber encontrado el tono adecuado desde el que expresar sus sensibilidades y visión creativa, a través de los lenguajes y de los códigos propios de la casa de modas británica.
Entrando de este modo, y desde estas apreciaciones generales, a desgranar los detalles de la colección, la propuesta se defiende desde una sutil y elegantísima paleta cromática, uno de los principales y grandes aciertos que obran a favor de esta colección, dominada por tonalidades en blancos arcilla, negros carbón, marrones arena y verdes prado, combinados con todo un amplio espectro de azules plomizo y lavandas, y con certeros acentos en melancólicos turquesas y decididos naranjas encendidos. Tonalidades todas ellas venidas de ese mundo natural en el que ahonda sus raíces y su herencia la casa de modas británica, y que se muestran en forma de acabados “total block” sobre cada una de las prendas de esta colección, en la que Lee depura su lenguaje creativo haciendo uso de únicamente el tradicional estampado en motivo de cuadros en tartán, el histórico patrón icónico de Burberry, y de otro compuesto a partir de pequeñas formas orgánicas, como únicos elementos gráficos de la propuesta. Una colección de la que terminan así desterrados elementos de mayor impacto y distorsión visual introducidos en anteriores colecciones por Lee, como esos patos y esos grandes logotipos de su colección de debut, para la temporada Otoño/Invierno de 2023/2024, o esas cadenas al “estilo Hermès” que introducía en la presentada en septiembre de hace un año, para la temporada Primavera/Verano de 2024.
Si singularmente elegantes resultan así los tonos empleados y esa depuración de patrones que ha llevado a cabo Lee para la hora de componer esta colección, también lo resultan los patrones y cortes de los que se ha servido para dar forma a una propuesta, para hombre y mujer, que, hilando precisamente con esas singularidades de las que hacían buena gala las colecciones de Tisci, se presenta como una perfecta sinfonía, en este caso 100 por cien Daniel Lee, con la que poder vestir del día a la noche. Un fin para el que, para el caso de las piezas de hombre, el diseñador británico propone un armario compuesto a partir de piezas tradicionales de la indumentaria masculina, revisitadas y reconstruídas, entre las que no faltan pantalones de pinzas, capas, saharianas de exploradores, casacas militares posmodernas o las características gabardinas de Burberry, nuevamente aquí revisitadas de una y mil formas diferentes, y todas ellas brillantemente resueltas por las manos de Lee. Unas piezas que se terminan de completar con otras de herencia más urbana, pero igualmente arraigada dentro del acervo cultural del Reino Unido, entre las que encontraremos pantalones cargo, jerséis de cuello redondo, polos o chupas de cuero, estas trabajadas en un singularmente llamativo efecto arrugado-desgastado, nuevamente muestra del vínculo singular y especial entre Burberry y el entorno natural.
Mientras tanto, y para el caso de los diseños de mujer, la propuesta femenina de Burberry para la temporada Primavera/Verano de 2025 se destaca por contener esa misma serie de elementos distintivos, aunque naturalmente aplicados a prendas destinadas a un público femenino. Contando a este respecto como diseños más propios de la línea, con vestido directamente venidos de una reinterpretación de esa mítica gabardina de Burberry, y que para el caso de esta colección de mujer, además de transformarse en veraniegos vestidos, también se acortan en forma de capa, o suben sus bajos hasta la pantorrilla y recubren sus cuellos con unas elegantes plumas —de imitación—. Sin poder en este caso tampoco dejar de destacar las refinadas y distinguidas blusas con lazadas, o los finos y sugerentes vestidos, elaborados y recubiertos de un mar infinito de lentejuelas engarzadas a mano, que Lee también ha alumbrado como parte de esta colección, tan propia del diseñador, como reflejo de ese ADN británico del que gusta hacer gala la histórica firma de moda.
Al abrigo de esta colección, “los iconos de Burberry evolucionan”, defendía el mismo Daniel Lee en declaraciones concedidas a la agencia de noticias AFP. Una intención que ha procurado llevar a cabo a través de, por ejemplo, unas gabardinas que “se deconstruyen y se realizan en tejidos ligeros” y novedosos, “como popelina de seda y lino”. “Hay una tensión entre los tejidos fluidos y holgados, y el cuero y las piezas inspiradas en los uniformes tradicionales británicos”, advierte nuevamente el creativo, como aspectos principalmente a subrayar de una colección “basada en la elegancia británica”, y en la que, advierten desde la casa de modas, “la creatividad se siente inherentemente británica”, mientras “las expresivas siluetas se exhiben impregnadas” de una “familiaridad” que se subvierte, a partir de ese magníficamente ejecutado proceso de revisitación y deconstrucción de las categorías tradicionales de la indumentaria masculina firmado por Lee, desde el que se descubre como su mejor trabajo al frente de la dirección de Burberry.