El presidente de España muestra de nuevo su apoyo a la Semana de la Moda de Madrid
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Madrid – Volviendo a demostrar su apoyo hacia la moda de autor nacional, tal y como ya han venido haciendo con su participación en anteriores ediciones de la Semana de la Moda de Madrid, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, junto a su esposa, Begoña Gómez, se convirtieron en los invitados de excepción del desfile de presentación de la última colección de Devota&Lomba. Evento organizado desde la biblioteca del Ateneo de Madrid, que se descubría ya de antemano como una de las principales citas de la segunda jornada del programa oficial de la iniciativa Madrid es Moda, que tenía lugar este mismo martes, 13 de febrero de 2024.
Siguiendo de este modo a rajatabla con el programa oficial de eventos, presentaciones y desfiles que ha sido concertado para esta nueva edición de la iniciativa Madrid es Moda, impulsada por la Asociación Creadores de Moda de España (Acme), con el apoyo del Ayuntamiento de Madrid, y que durante los días del 12 al 14 de febrero se está encargando de inaugurar esta nueva edición de la Semana de la Moda de Madrid, antes de cederle el testigo a la pasarela Mercedes-Benz Fashion Week Madrid, organizada por Ifema Madrid, a mediodía de este martes 13 de febrero todas las miradas del mundo de la moda nacional se redirigían hacia el histórico Ateneo de Madrid. Espacio que había sido el escogido por la igualmente ya histórica casa de modas española Devota&Lomba, fundada en el año 1986 por la pareja formada por el modista vasco Modesto Lomba y por el arquitecto argentino José Luis Devota —fallecido en 1993—, para la presentación de su última colección, “La Biblioteca”.
Frente a la ya expectación que por sí sola despertaba la presentación de la última propuesta diseñada por Lomba, director creativo y principal responsable al frente de la casa desde el deceso de Devota, además de presidente de la propia Asociación Creadores de Moda de España que se encarga de impulsar y organizar cada nueva edición de la iniciativa Madrid es Moda, desarrollando de forma bianual desde septiembre de 2015 con el objetivo de revitalizar el comercio de la moda española de autor y acercarla al cliente final, esta no hizo más que incrementarse, tras la llegada del presidente del Gobierno, y señora, al Ateneo de Madrid; y de manera más exacta, a la sala de su célebre biblioteca de arquitectura decimonónica. Lugar al que, en torno a las 13:00h del mediodía de este martes, empezaron a acceder los primeros invitados al desfile, únicamente accesible por invitación, entre los que no faltaron nombres especialmente destacados de la escena cultural y de la moda de la capital de España, como los del comisario Eloy Martínez de la Pera, responsable de organizar algunas de las exposiciones de moda más destacadas que han tenido lugar en el país durante estos últimos años, o el del periodista Jesús María Montes-Fernández, reconocido como uno de los primeros y mayores cronista especializados en moda del país, además de director del programa de televisión “Flash Moda”, producido por RTVE.
Sentados todos ellos, junto a la lista de primeras figuras más cercanas a la casa de modas española —ya conocemos cómo funcionan los círculos de la moda— en primera fila del desfile, al “front row”, y por sorpresa para la mayor parte de los asistentes, terminaron por sumarse, minutos ya antes de que diera comienzo la presentación, tanto Pedro Sánchez como Begoña Gómez. Una asistencia la del presidente del Gobierno que se realizaba al margen de su agenda oficial, que únicamente para la jornada contaba asignada con la presidencia del Consejo de Ministros que había tenido lugar durante la mañana en el Palacio de la Moncloa, y para la que fue recibido a las puertas de la misma institución por Luis Arroyo Martínez, presidente del Ateneo de Madrid, y por Pepa Bueno, directora ejecutiva de Acme desde octubre de 2013, quienes igualmente se encargaron de acompañar a la pareja durante la celebración del desfile.
Entre prendas de punto, lentejuelas y estampados tropicales
Poniendo ya toda nuestra atención sobre la propuesta que terminó por descubrirse desde la improvisada pasarela en la que terminó convertida la biblioteca del Ateneo de Madrid, bajo el título justamente de “La Biblioteca”, Lomba daba a conocer una colorida colección, inspirada justamente, como era de esperar a tenor de su título, en todo el microuniverso propio que se genera y construye en torno a estos espacios de silencio, reflexión y conocimiento. Una colección inspirada tanto en la figura arquetípica de los propios lectores, como en las propias obras que se almacenan en las librerías de bibliotecas como la del Ateneo, desde la que el modista vasco al tiempo trata de construir y de hacernos partícipes de un sereno diálogo y de una suerte de asimilación entre las labores del escritor y las de los modistas, para la hora de poder de terminar de dar forma a sus obras y creaciones. Una intención que justamente se sitúa alineada y entra en perfecta sintonía con el lema de esta nueva edición de Madrid es Moda, que, bajo el título de “Oficios: el arte invisible de la moda”, busca poner en valor, en el contexto de esta edición, a todos esos trabajos artesanales que se reúnen y dan soporte a la moda de autor.
Desgranando algo más en detalle la colección, una propuesta especialmente significativa dentro del histórico del modista, tanto por ser su colección número 75, como por ser la primera que Lomba presenta tras ser reconocido, este pasado 9 de enero, con la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes por el Ministerio de Cultura, la colección se defiende sobre una preciosista paleta cromática, en la que, sin primar en exceso ninguna coloración frente a otra, no faltan acentos apagados en tonalidades neutras de beige, gris, negro o blanco, enfrentadas frente al excitante brillo de azules cerúleos, rosas fucsia, verdes bosque, o rojos carmín. Tonalidades todas ellas que no obstante termina por sucumbir por si solas frente a las combinaciones cromáticas con las que el modista termina por armar cada estilismo de la colección, así como frente a los acabados iridiscentes y en baños de lentejuelas con los que alcanza a elevar el perfil de toda la propuesta. Unas terminaciones que no guardan distinción en su uso para prendas pensadas tanto para el día como para la noche, y cuyo protagonismo comparten, además de con esas combinaciones monocromáticas de tonalidades enfrentadas, con los estampados de motivos florales y orgánicos que igualmente pudieron descubrirse sobre toda clase de piezas de la colección.
Desde esta estructura cromática, de motivos y acabados, la propuesta hizo desfilar desde los pasillos de la sala de lectura de la biblioteca del Ateneo de Madrid, una amplia variedad de diseños, para mujer, y para tanto el día como para la noche, de entre los que se destacaron los vestidos camiseros y las blusas de amplios volúmenes, y en especial las piezas con estampados florales y orgánicos que se encargaron de dar a la colección ese “plus” de atemporalidad, y de toque exótico y tropical; además de unos vestidos rectos de líneas minimalistas, faldas plisadas y unas chaquetillas y boleros de inspiración floral, que parecían cubrir a las modelos a modo de pétalos, o de hojas mojadas por la humedad que, saliendo de algunos de los tomos de los libros expuestos, hubieran terminado recayendo sobre sus hombros. Debiendo apuntar en una mención aparte la exquisitez de las prendas de punto, grandes protagonistas de esta colección, así como a esas piezas en acabados brillantes y recubiertas de lentejuelas. Unas terminaciones que Lomba aplica tanto a unos conjuntos de marcadísimas líneas “athleisure”, como a una diferente distinción de vestidos y conjuntos de noche, aportando con ello un decidido toque unificador, además de elevación, a todo el conjunto de esta colección. Una propuesta que es capaz de responder, y además de hacerlo de manera impecable, a su perfil como colección de moda de autor, pensada tanto para poner en valor su exclusividad y la exquisitez de los procesos que la han dado pie, como pensada para poder ser usada y “vivida” por cada mujer que se decida a hacerse con cualquiera de sus piezas.
Parafraseando al dramaturgo francés Honoré de Balzac, y en particular a su obra “Le Cabinet des Antiques” (El gabinete de antigüedades, 1838), desde la que apunta a que “soñar un libro es tan fácil como difícil escribirlo”, el mismo Lomba señala, en el contexto de esta colección, que “soñar un vestido es tan fácil como difícil construirlo”. Un punto de partida desde el que se ha terminado de armar esa relación entre escritor y modista, entre los oficios de la escritura, y los de la moda, sobre la que se asienta el conjunto de esta colección, y oficios sobre los cuales, añaden desde Devota&Lomba a través de una nota, para la hora de “construir” ese arquetípico vestido, “la exactitud de la costura, el estudio del volumen, el modelado, a veces parecen fórmulas matemáticas de ritmo y precisión, donde nada es casual y reina el orden”. Una metodología que, dentro de sus talleres, parece terminar por dominar “un proceso lento que comienza en un dibujo y termina en una prenda con detalles secretos, con el oficio del artesano y el conocimiento del maestro” gravado entre sus costuras.
Siguiendo con estas maneras, las suyas, de abordar el trabajo de la costura, “La Biblioteca”, analizan desde la firma de moda española, “se caracteriza por sus formas orgánicas y eclécticas, donde destacan pequeñas capas y chaquetillas de alpaca, lana cocida y lentejuelas, abrigos amplios en paños de lana prensada, vestidos camiseros de cuellos fruncidos, vestidos silueta con escote ‘V’, blusas y pantalones amplios de corte oriental”. Principales características con las que se descubren las piezas de esta colección, que además, y en línea con lo ya señalado, igualmente cuenta con prendas de “punto ligero plegado y en ochos, hechos en una sola pieza en colaboración con Perssa’m”, empresa española especializada en la fabricación, en España, de piezas de punto, reconocida con el Premio Nacional a la Moda a la Excelencia Empresarial en 2014. Toda una dispar serie de modelos y diseños, desde los que Lomba termina de construir la atmósfera vital de una biblioteca, espacio que, para Lomba, se descubre como una suerte de “búnker de papel que nos protege de un entorno caótico, tecnológico y deshumanizado”.