Ferrari debuta sobre las pasarelas con una colección inclusiva y sostenible de prendas técnicas
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Madrid – A pesar de que a muchos pueda resultarles extraño a priori, habida cuenta principalmente tanto de lo grabados que se encuentran en el identitario colectivo sus reconocidos símbolos y emblemas corporativos, como del uso al que se les ha venido dando sobre toda clase de artículos de merchandising, lo cierto es que Ferrari no contaba, hasta la fecha, con una colección de moda propiamente dicha. Un realidad que terminó corrigiéndose este pasado domingo, una vez que la escudería italiana terminó debutando sobre las pasarelas, de mano de una primera colección —ya a la venta— de piezas atemporales y de marcado acento en aspectos, hoy tan en boga y demandados por las nuevas generaciones de consumidores, como los de la sostenibilidad y la inclusión corporal y de género.
Bajo la deslumbrante atmósfera construida para la ocasión que aportaban los espacios de la línea de producción de Ferrari de su sede de Maranello, se daban a conocer así pues las primeras piezas de una colección plenamente atemporal, cuyos lanzamientos vendrán sucediéndose a lo largo de todo el año y hasta el próximo mes de junio de 2022. Unas prendas ideadas por el director creativo y de diversificación de la marca, el diseñador italiano Rocco Iannone, con las que la escudería italiana pretende tanto consolidar su imagen aspiracional entre las nuevas generaciones, como abrirse hacia unas nuevas vías de negocio más allá del automovilístico que le es natural, así como atraer a una nuevas audiencias, principalmente vinculadas a esas nuevas generaciones y, especialmente de entre ellas, a ese público femenino que históricamente se ha mostrado más alejado de los valores de marca de automóviles deportivos. Objetivos todos ellos a los que Iannone ha buscado dar solución abriendo el camino definitivo de Ferrari sobre las pasarelas de la moda, en un paso que debe de significarse como el inicio para la definitiva consagración de Ferrari como una completa marca de lifestyle.
“Seamos realistas, si entras en una tienda de Ferrari, no es por que necesites otro impermeable”, explicaba el propio Iannone a lo largo de unas declaraciones recogidas por el medio estadounidense Wwd. Sino que es porque “estás buscando algo especial”, sentenciaba el diseñador, poseedor de un gran bagaje gracias a sus años de trabajo para firmas de moda italianas como las de Giorgio Armani, Dolce&Gabbana o Pal Zileri, al que ha venido ahora a dar continuidad con este último ejercicio de sofisticación y de buen saber hacer, de clara ascendencia italiana, para Ferrari. Un excelente resultado ante los ojos de la crítica, al que sin duda han contribuido tanto el mimo y la atención por los detalles depositados por Iannone sobre cada una de las piezas, como la calidad de los tejidos, en su práctica totalidad técnicos, y el carácter artesanal de las prendas que han sabido aportar la red de proveedores y de artesanos con los que ha entrado a colaborar el diseñador. Responsable así de alumbrar un propuesta, de una calidad y una atención propias de la de cualquier gran colección digna de ser catalogada como de “Alta Costura”.
“Ferrari quiere significarse como un paladín de la excelencia italiana y de la mejor creatividad de nuestro país”, apuntaba a este respecto John Elkann, presidente de Ferrari. “El desfile de hoy en nuestra fábrica, y las inauguraciones de la tienda Ferrari y del restaurante ‘Cavallino’ en Maranello”, deben de entender así mismas como “signos de la fortaleza y del optimismo de Italia”. Un país que se encuentra en estos momentos, y tras los duros envites de la pandemia, apostillaba Elkann, “preparado para crecer y renovarse”.
Una colección de marcado género neutro bañada del “rojo Ferrari”
A lo largo de un desfile al que no dudaron en acudir tanto Charles Leclerc como Carlos Sainz, los dos pilotos de la Scuderia Ferrari en la competición de la Fórmula 1, se daban así a conocer las primeras prendas de esta primera colección de moda de Ferrari. Unas piezas para las que Iannone, como bien adelantábamos, ponía especial atención en valores como los de la inclusión y la sostenibilidad. Inquietudes ante las que las nuevas generaciones muestran una especial preocupación, a las que el creativo daba respuesta tanto a través del diseño como de la materialidad de unas piezas, inspiradas en las mismas formas orgánicas de las que parten los diseños de los coches de la escudería, para las que recurría al uso de tejidos técnicos sostenibles obtenidos a partir de botellas de plástico recicladas, y que mostraba valiéndose de una estética abiertamente inclusiva.
Compuesta de este modo por una amplia mayoría de prendas de género neutro y fluido, igualmente aptas para ser portadas por cualquier tipo de cuerpo en cerca de un 80 por ciento, la colección para hombre y mujer de Ferrari se daba a conocer de la mano de un desfile que arrancaba con la supermodelo italiana Mariacarla Boscono y que se encargaba de cerrar la rusa Natalia Vodianova. Dos nombres que bien demuestran el alto nivel con el que desde Ferrari buscan impregnar esta su nueva andadura en el ámbito de la moda, a la que se encargaban de poner música los ritmos del francés Frédéric Sanchez.
Sobre esta aura de ritmos electrónicos y diseños futuristas, a lo largo de los cerca de 130 metros de improvisada pasarela en los que se convirtió la línea de producción de Ferrari de Maranello, llamaron la atención como prendas más destacadas de este primera colección, desde las amplia variedad de sudaderas, cazadoras técnicas y abrigos, hasta la presencia de blusas, faldas, pantalones y vestidos. Piezas de aspecto vanguardista confeccionadas a partir de materiales técnicos y naturales, como el cuero, decoradas con superficies y detalles iridiscentes y con un millón y una referencias distintas a la escudería y a su legado histórico. Una herencia fácilmente apreciable a través de las distintas ilustraciones y fotografías que decoran las distintas piezas de una colección, construida sobre una paleta cromática en grises, verdes, blancos y amarillos Módena —uno de los colores más característicos de la escudería—, pero de la que, como no podía ser de otro modo, es el indiscutible “rojo Ferrari” el que se sitúa como el color predominante, alumbrando con su fuego, y con toda su ferocidad, la propuesta.
Con motivo de esta presentación, tanto la escudería como su director creativo aprovechaban la ocasión para terminar de armar este renovado y completo “lifestyle” de la casa Ferrari, mostrando al mismo tiempo sobre la pasarela tanto nuevos modelos de gafas Ray-Ban como de zapatillas Puma. Ambas líneas diseñadas por el propio Iannone, y producidas bajo el marco de las distintas licencias de marca que tiene concedidas la escudería para la comercialización de un amplio abanico de productos con distintos socios de referencia.