Gucci culmina su relanzamiento como firma de lujo 24/7
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Madrid – Como uno de los desfiles más esperados del calendario de esta edición de septiembre de la Semana de la Moda de Milán, el viernes día 20 la casa Gucci, principal firma en cartera del grupo multinacional francés especializado en el sector del lujo Kering, presentaba su nueva colección de mujer, para la próxima temporada Primavera/Verano 2025. Una propuesta continuista con el que ya ha pasado a ser el nuevo lenguaje creativo de la histórica firma florentina, con la que Sabato De Sarno ha terminado de culminar su proceso de relanzamiento de la casa como un nuevo símbolo de un lujo cotidiano 24/7.
Tras ser nombrado director creativo a finales de enero de 2023, en sustitución de Alessandro Michele, ya desde el mismo debut del diseñador napolitano al frente de Gucci en septiembre de aquel mismo año se hicieron palpables las claras intenciones de De Sarno de trazar un decidido punto y aparte, en términos creativos, con respecto a la que había venido siendo la historia más reciente de Gucci. Una nueva impronta, para la que el estilo y las sensibilidades de De Sarno parecían ser las que más y mejor se ajustaban justamente a las intenciones de Kering por tratar de destapar todo el valor comercial de su casa de modas estrella, a la vista del estancamiento y del tope, en máximos históricos por cierto, que habían terminado por alcanzar los niveles de facturación de Gucci bajo la dirección de Michele. Un objetivo para el que, tal y como ya empezaba a vislumbrarse tras aquella primera colección de debut, y en lo que se confirmaba tras la presentación de la primera colección de hombre de De Sarno para Gucci, en enero de 2024, desde Kering guardaban la intención clara de hacer transitar a Gucci tras los pasos de Prada, con el punto de vista puesto en trascender de la categoría de indumentaria de lujo y para ocasiones especiales, a la de una completa y auténtica firma de lujo, para las 24 horas del día y los 7 días de la semana, con propuestas completas con las que poder vestir ante cualquier situación y para cualquier naturaleza de evento.
En las que parecen ser esas directrices claras que Kering han trazado para esta nueva era de Gucci, De Sarno, cerrando su primer año como director creativo de la casa florentina, presentaba este pasado 20 de septiembre su nueva colección de mujer, para la temporada Primavera/Verano de 2025. Una propuesta completamente continuista y ajustada al discurso creativo que ha venido formando a lo largo de estos últimos 12 meses, y desde la que volvía a hacerse palpable ese objetivo de Kering de convertir a Gucci en esa clase de firma capaz de generar inspiración —y muchos miles de euros— a través de la venta de camisetas básicas de tirantes. Un lujo hasta ahora al alcance ciertamente de muy pocas casas de lujo, valga la redundancia, y del que se venía erigiendo como principales representantes Prada, y de manera algo más reciente —y a una valor más económico— la española Loewe. Una cuestión que podríamos calificar de hito económico para los objetivos de relanzamiento de la firma, si los números terminan así de confirmarlo, y que De Sarno ha logrado alcanzar al tiempo que ya ha pasado a completar el despliegue de su imaginario dentro del universo creativo de Gucci. Firma que, consolidadas ya estas nuevas bases de sus códigos y lenguajes, pasa ahora a abrirse ya a un nuevo amanecer, cuestión que es precisamente en torno a la que ha gravitado esta última colección de mujer presentada ahora en Milán. Una propuesta para la que De Sarno se ha inspirado en las sensaciones e impresiones de un atardecer frente al cálido mar de un cálido verano, imagen de la que se sirve además para marcar un punto de final de etapa en el proceso de relanzamiento de Gucci que ha venido firmando a lo largo de todo este último año, reafirmándose sobre los códigos y los elementos que ha situado en el centro del nuevo ADN de esta nueva Gucci, reconstruída como firma de lujo 24/7.
“Un año después”, de su debut como director creativo, “esta colección muestra un recorrido de construcción consumado”, explica el mismo director creativo napolitano a través de unas declaraciones que nos hacen llegar desde la dirección de la misma firma de moda florentina. “Momento tras momento”, a lo largo de estos últimos 12 meses “he construido mis ideas para Gucci”. “Una grandeza casual”, así define De Sarno a su nuevo estilo para la firma, “que toma forma a través de mis obsesiones” en “sastrería, lencería, cuero” y “siluetas de los años 60, todo combinado con la exploración incansable de la herencia de esta marca, y siempre desde una actitud irreverente”, no duda en concretar el diseñador italiano, resaltando así las principales características del que ha venido siendo su trabajo como creativo para el relanzamiento de Gucci.
De manera ya más concreta, y para lo que respecta a esta colección, partiendo de ahí, para el diseño de esta propuesta De Sarno se ha inspirado en “un momento preciso en el tiempo”, en “un momento para aprovechar y vivir al máximo”. Unas sensaciones que atribuye al “momento en el que el sol se sumerge en el mar al final de un día de agosto”, y que “es el momento en el que nos encontramos a nosotros mismos”, alejados de las obligaciones del día y de las exigencias de nuestros trabajos. Y es que frente a todo ello, “esta colección es un homenaje a esos momentos, y una invitación a detenerse”, a detenerse “a buscar tu propio momento” en el que reflexionar sobre lo que una busca y pretende ser, del mismo modo que ha hecho Gucci. Firma que no dudó en detenerse, para reflexionar y dilucidar que, como ha venido orgullosamente proclamando a lo largo de todo este último año, lo que pretende ser es una casa de lujo 24/7. Una firma que responda a un estilo “casual grandeur”.
Lencería, encajes y cañas de bambú
Justamente con “Casual Grandeur” dando nombre y título a la colección, Gucci presentaba esta colección de mujer para Primavera/Verano 2025 desde La Trienal de Milán, el museo de arte y diseño de la capital de la Lombardía. Mismo espacio que la casa escogió para presentar su anterior colección de hombre, para también la temporada Primavera/Verano 2025, reafirmando con ello ese mensaje continuista, pausado y con la mirada puesta en el largo plazo, que la casa está tratando de asimilar como propio, y defendiendo desde este nuevo imaginario creativo del que la está sirviendo De Sarno, a través de colecciones de una marcada atemporalidad desde las que desde la firma tratan de elevar su huella frente al paso del tiempo ante el que terminan por sucumbir las tendencias.
Empezado ya por zambullirnos en las características principales de la colección, desde un interior de La Trienal que fue decorada con una ambientación en degradé que trataba de imitar las cálidas coloraciones rojizas y anaranjadas que bañan los cielos de un atardecer frente al mar en un mes de agosto, la casa italiana presentó una propuesta completamente alineada en tonalidades con los que han venido siendo sus colores clave desde el debut de De Sarno como director creativo. Un espectro cromático que descansa sobre un gris piedra, un verde lima y un “rojo ancora”, nuevo color corporativo de la casa italiana, que volvemos a encontrar aquí definiendo la paleta cromática de esta colección, junto a negros, camel, azules índigo de los vaqueros, y con ese gris piedra aclarándose hasta un tono blanco arcilla; el verde lima difuminándose en una más amplia y más completa familia de verdes, con hasta verdes bosques a verdes esmeralda; y con el “rojo ancora” oscureciéndose para mostrarse en algunos casos hasta en tono prácticamente marrón, y en otras aclarándose para presentarse en forma de un primaveral naranja casi coral.
En cuanto a cortes y patrones, también estos se presentan mostrando un lenguaje continuista con respecto a las dos colecciones previas de mujer diseñadas por De Sarno para Gucci. Destacándose a este respecto el todavía más lencero carácter que el napolitano ha logrado imprimirle a la colección, con atrevidos vestidos de chantilly, escotes de corte sujetador y conjuntos de línea body. Piezas de un extra de erotismo, que contrastan frente a la sensualidad de unos elegantes, e igualmente provocativos, vestidos fluidos con diferentes aplicaciones doradas de estilo joya e inspiración bambú. Siendo igualmente destacables dentro de esta propuesta unos atrevidos abrigos que adquieren la condición de vestidos al portarse sin nada debajo más que unos simples culottes en tendencia “no pants”; los exquisitamente trabajados conjuntos de cuero; o esos abrigos con aplicaciones de pedrería y los distintos modelos-joya que se exhibieron recubiertos de un completo mar de escamas de lentejuelas plateadas.
Detallando cómo esas “obsesiones” de De Sarno se han terminado por ver reflejadas sobre el conjunto de esta colección, “la sastrería, en su versión más esencial, pero nunca ordinaria, abre el desfile con pantalones con los bajos cortados sobre zapatillas, fusionando el vestuario femenino con el masculino”. Una nueva muestra de continuidad y de refuerzo del imaginario de esta nueva Gucci, que al igual que trata de no verse afectada por tendencias y temporadas, incluso trata de no mostrar una firme distinción entre el lenguaje de hombre y el de mujer, a la que le siguieron sobre la pasarela unas siluetas “homenaje a los años 60, con chaquetas estructuradas, pantalones cortos y faldas en forma de A”, mientras que los abrigos mostraron una clara “actitud de alta costura”, con “la más fina confección”, y aportando “un nuevo vigor al monograma GG” de Gucci, concretan desde la dirección de la casa italiana.
“Diseñada para el día a día”, el conjunto de las piezas de esta colección “se llevan sin esfuerzo”, encontrando su máxima expresión de cotidianidad en los “denim y en las camisetas de tirantes”. Mientras que “el cuero, con acabado brillante”, se erige de la mano de esta propuesta en “parte de nuestro ADN”, al tiempo que “la lencería se asoma a través de los vestidos de encaje y de los abrigos ligeramente abiertos”, reafirmando esas “obsesiones” de De Sarno por la lencería y por la provocación. Elementos que ha pasado a sumar a la herencia de una casa, que ha entrado singularmente a revisitar, una vez más, a través de las piezas de complementos que acompañan a esta colección. Diseños de entre los que la revisitación del modelo de bolso Bamboo 1947 de Gucci se descubre como “la estrella” de esta propuesta, con sus detalles en forma de caña de bambú inspirando joyas y toda otra clase de detalles y elementos, como los que se observan desde esa ya destacada serie de “fluidos vestidos” inspirados en la moda minimalista de los años 90 que forman parte de esta colección de mujer, para la temporada Primavera/Verano 2025.