Gucci sacude Milán liberando al hombre de su “masculinidad tóxica”
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Madrid – A la altura de su talento creativo y en un nuevo alarde de imaginación e ingenio, Alessandro Michele lograban sacudir nuevamente la escena de la moda internacional con la presentación de su nueva colección masculina para Gucci, durante la última jornada de la Semana de la Moda masculina de Milán. Certamen que ha tenido lugar en la capital lombarda del 10 al 14 de enero.
Como broche de oro y último desfile de esta última edición de la semana de la moda milanesa, el diseñador italiano lograba fundir su imaginario de referencias vintage con los nuevos aires que soplan en defensa de la creación de unos nuevos cánones masculinos. Situando tras sus atrevidos diseños un fuerte mensaje a favor de la libertad del hombre para ser lo que quiera ser, desligándolo de las “prohibiciones” que tradicionalmente se le han exigido hacia cualquier referencia a la feminidad. Entendida como un ataque a un “prototipo de masculinidad” que, para el diseñador, no es otra cosa que un modelo “tóxico” que no hace sino nutrir el abuso, la violencia y el sexismo.
“En una sociedad patriarcal la identidad de género masculino a menudo está moldeada a partir de estereotipos violentamente tóxicos. Imponiéndose a los niños al nacer un modelo de masculinidad dominante, triunfadora y opresiva”, señalaban desde la propia Gucci en la nota explicativa del desfile. “Las actitudes, el lenguaje y las acciones terminan adaptándose progresivamente a ese ideal de virilidad machista que elimina el afecto y la vulnerabilidad. Y en el que cualquier posible referencia a la feminidad está agresivamente prohibida, ya que se considera una amenaza contra la afirmación de un prototipo masculino que no admite divergencias”.
“No hay nada natural en esta deriva”, prosigue en su alegato la firma italiana. “El modelo está construido social y culturalmente para rechazar cualquier realidad que no cumpla con él. Y esto acarrea consecuencias muy serias”, ya que “la masculinidad tóxica es la que nutre el abuso, la violencia y el sexismo”. Y no solo eso, sino que también “condena a los propios hombres a tener que ajustarse a esa virilidad falocrática impuesta para ser socialmente aceptados”. “En resumidas cuentas”, apostillan, “la masculinidad tóxica produce al mismo tiempo opresores y víctimas”.
Atrevidos vestidos y cuellos “baby doll”
En consonancia con el fuerte mensaje que se quiso lanzar desde la firma italiana, sobre la pasarela pudo apreciarse una colección de marcado aire urbano que sorprendió por su alta dosis de feminidad. Prendas que claramente respondían al imaginario y el saber hacer del diseñador italiano, director creativo de Gucci desde enero de 2015, que asombraron a los asistentes por la maestría con la que lograba reconstruir los tradicionales cortes de la moda masculina. Desvirtuados ahora tras atrevidas siluetas más propias de las prendas de mujer, traídas hasta el exceso a esta colección mediante fascinantes vestidos superpuestos y osados cuellos de estilo “baby doll”.
“Lejos de la uniformidad patriarcal parece necesario impulsar una deserción” capaz de “deconstruir” “la idea de masculinidad que se ha establecido históricamente”, apunta la célebre firma como explicación al motivo real que pervive tras su propuesta. “Es hora de celebrar a un hombre que es libre de practicar su propia autodeterminación, sin restricciones sociales, sin sanciones autoritarias, sin estereotipos sofocantes”. “Un hombre que puede reencontrarse con su fragilidad, sus miedos y su ternura”, y que huye del “mito de la autosuficiencia”. “Un hombre que también es hermana, madre y novia”. “Un niño que es capaz de dar volteretas y jugar, y que se maravilla viendo el mundo de una nueva manera. Un hombre embarazado con cadenas rotas”. Pero no se trata de sugerir un nuevo modelo normativo, se encargan de remarcar desde la marca. “Sino de liberar lo que estaba restringido”, “alimentando la creación de un nuevo espacio en el que lo masculino puede sacudirse de encima su toxicidad, para sentirse nuevamente libre y recuperar aquello que le fue arrebatado. Y al hacerlo, volver atrás en el tiempo, aprendiendo a desaprender”.
Photo Credits: Cortesía de Gucci. / Fotografía de portada de Kevin Tachman, cortesía de Gucci. / Fotografía de cierre de Anton Gottlob, cortesía de Gucci.