La braga menstrual, ¿un artículo de primera necesidad?

Madrid – Un encendido debate viene recorriendo estos días la escena social y minorista británica, en relación con la braga menstrual. Un artículo cuya apreciación difiere entre aquellos que la consideran una “prenda de moda”, entre los que se incluye inclusive hasta a la misma Administración Pública del Gobierno británico, de unos otros que defienden que su naturaleza se ajusta a la de un bien de primera necesidad para el cuidado de la intimidad femenina, y que por tanto debería ajustarse a la reducción del IVA que el Gobierno británico aprobó en 2021, y en virtud de la cual se terminó decretando la eliminación del impuesto para productos básico para la higiene femenina, como tampones, compresas y copas menstruales.

Haciendo como propia esta defensa y el que las bragas menstruales deban quedar exentas del IVA, al igual que el resto de sus pares para la higiene íntima básica femenina, la firma de moda británica Wuka, precisamente especializada en el diseño y la comercialización de toda clase de prendas de moda íntima con características especiales para la menstruación, desde bragas a bañadores adaptados a toda clase de edades y de cuerpos, viene sosteniendo desde hace ya un largo tiempo una decidida campaña desde la que solicitan al Gobierno del Reino Unido, que elimine el actual gravamen del 20 por ciento con el que se siguen cargando esta serie de prendas, en Reino Unido, por considerarse prendas de moda y no artículos de primera necesidad. Una batalla a la que ahora se acaba de sumar ni más ni menos que la multinacional británica de grandes almacenes Marks&Spencer, solicitando igualmente, y de manera formal, al Gobierno británico que elimine ese IVA del 20 por ciento que se aplica a las bragas menstruales.

Para alcanzar dicho objetivo, desde la compañía británica se han decidido a promulgar una carta pública remitida a Victoria Atkins, Secretaria Financiera del Tesoro, suscrita por más de 50 signatarios entre los que se incluyen, además de las firmas de Katie Bickerstaffe, codirectora ejecutiva de Marks&SPencer, y la de Ruby Raut, fundadora y CEO de Wuka, las de 35 miembros y pares del Parlamento británico, así como las de responsables de organizaciones benéficas y sin ánimo de lucro como Wellbeing of Women, dedicada a financiar la investigación, la educación y la promoción de la salud reproductiva y ginecológica de las mujeres, y Bloody Good Period, dedicada a tratar de facilitar productos básicos de higiene femenina a todas aquellas mujeres que no pueden permitírselos, principalmente refugiadas y solicitantes de asilo.

“El Gobierno tuvo una brillante iniciativa al acordar eliminar el IVA de los productos desechables para el periodo, pero necesitamos que terminen ese trabajo y ajusten el terreno de juego para que cualquier producto para el periodo que alguien escoja utilizar, se encuentre libre de IVA”, apunta Victoria McKenzie-Gould, directora del departamento de asuntos corporativos de Mark&Spencer, a lo largo de unas declaraciones emitidas por parte de la misma dirección de la multinacional de grandes almacenes. “Casi el 25 por ciento de las mujeres mencionan el coste como una barrera para usar las bragas menstruales”, de manera que “si se clasificaran como deberían ser, como un producto básico para la menstruación, el Gobierno podría convertir esta brillante alternativa para los productos desechables en una opción más asequible para las consumidoras del Reino Unido”.

Ahorro en términos de sostenibilidad y económicos

Ahondando precisamente en ese valor “más sostenible” con el que se presentan las bragas menstruales frente a los productos de higiene desechables, como compresas y tampones, desde la misma Marks&Spencer remarcan el valor de la braga menstrual como un producto para la menstruación reutilizable, que pueden usarse, lavarse y volverse a usar, mes tras mes, generando ya no solamente un más que considerable ahorro para el bolsillo de las consumidoras, sino contribuyendo a reducir los desperdicios de plástico que generan esta categoría de artículos desechables para la higiene ínfima de la mujer. Haciendo hincapié a este respecto en la estimación hecha por Wuka, desde la que se apunta a que solamente un par de bragas menstruales es capaz de generar el ahorro de cerca de unas 200 piezas desechables de plástico de un solo uso.

Mientras tanto, y en términos de ese ahorro, desde Marks&Spencer valoran en cerca de más de 3 millones de libras la cantidad que en su conjunto habrían pagado solamente en impuestos las clientas de Wuka y de Marks&Spencer en concepto del pago de ese IVA del 20 por ciento al que se siguen encontrando sujetas las bragas menstruales en territorio británico. Un punto para el que desde la cadena de grandes almacenes se han comprometido a trasladar a las consumidoras el total del potencial ahorro que se genere para el caso de que el Gobierno británico termine acordando la supresión del impuesto para esta categoría de productos, que para el caso concreto de Marks&Spencer —desde donde estiman unas ventas de más de 6.000 paquetes de bragas menstruales por semana—, pasarán de contar con un precio medio de 20 libras, por un paquete de 3 bragas menstruales, a marcar a un precio rebajado por un valor medio de unas 16 libras.

“Las bragas para la menstruación pueden parecer bragas regulares, pero están diseñadas específicamente para ser a prueba de fugas y reemplazar la necesidad de utilizar otros productos para la menstruación, como compresas y tampones”, ponen en valor desde Marks&Spencer. Además de ser “muy absorbentes”, añaden, “están fabricadas con tecnología antiolor y con un tejido multicapa para garantizar la comodidad y la frescura durante todo el día”.

Iniciativa elevada al Parlamento y al Gobierno británico

Además de la redacción de esa carta dirigida expresamente a la Secretaria Financiera del Tesoro del Gobierno británico, desde Marks&Spencer van a poner en marcha una comprometida campaña desde la que invitarán a sus propios consumidores a sumarse a esta iniciativa, y que comenzará a visibilizarse en las mismas tiendas de la compañía de grandes almacenes a partir de este próximo martes 15 de agosto de 2023. Una serie de activaciones que van a llegar sustentadas de una petición formal remitida al Parlamento británico, y ya emitida dentro del área digital de peticiones al Gobierno y al Parlamento del Reino Unido, a la que invitan a sumarse al conjunto de la población con el objetivo de alcanzar las 10.000 firmas, momento en el que el Gobierno pasará a estar obligado a pronunciarse sobre la propuesta, y de llegar hasta las 100.000, para cuyo caso se contempla que toda petición popular deba considerarse para su debate parlamentario. Unas metas para las que ya, y a día de hoy, la petición cuenta ya con el respaldo de más de 7.000 firmantes.

“Como el minorista de bragas más grande del Reino Unido, queremos hacer algo con el IVA que nuestras clientas pagan por las bragas para la regla”, apunta Laura Charles, directora del departamento de lencería de M&S. “En los últimos años, nuestras clientas han pagado más de 1,5 millones de libras esterlinas en impuestos, pero si se elimina esta carga, podremos pasar la totalidad del ahorro de costes a nuestras clientas”. Una iniciativa para la que, subraya, “es genial contar con el apoyo de tantas personas y organizaciones”, mientras “damos la bienvenida a todas las empresas” que quieran “firmar nuestra iniciativa y ayudarnos a decir ‘Pants to the Tax’!”.

En España, al 21 por ciento de IVA

Siendo esta una cuestión que de manera histórica ha venido afectando al conjunto de todas las mujeres de las diferentes regiones del mundo, para tratar de trazar una comparativa, para lo que respecta a un país como España, desde el Gobierno español se acordó a finales del pasado mes de septiembre de 2022 introducir una rebaja del IVA para los productos de higiene femenina, que pasaron a partir del 1 de enero de este 2023 de estar gravados con una carga de un 10 por ciento, a estarlo de un 4 por ciento. Valor sensiblemente superior a la exención total que a diferencia terminaron por decretar las autoridades británicas, ya en 2021.

A pesar no obstante de estas bajadas, para el caso concreto de las bragas menstruales, en lo que respecta al Reino Unido como hemos venido viendo estas siguen gravándose con un IVA del 20 por ciento. Impuesto que todavía es más elevado para el caso de España, donde las bragas menstruales siguen sujetas a una aplicación de un IVA del 21 por ciento, después primero de no haber sido incluidas como artículos susceptibles de aplicación de un tipo impositivo reducido, y quedando fuera de la bajada al 4 por ciento que terminó decretándose por el Gobierno de España. Una bajada que comenzó a entrar en vigor a principios de este año, dejando en una carga añadida reducida de un 4 por ciento, para el caso que nos ocupa, a solamente compresas, tampones, protegeslips, preservativos y otros anticonceptivos no medicinales.