Puma cesa en su patrocinio a la selección de fútbol de Israel
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Madrid – Si hace escasamente unos días apuntábamos a cómo, a partir del próximo 2024, todas las camisetas que comercialice Puma de las réplicas de las equipaciones de los clubes y de las selecciones de fútbol a las que visten estarán confeccionadas a partir de fibras recicladas de textil a textil, hoy ya podemos asegurar que entre ellas no estarán las de las nuevas equipaciones de la selección de fútbol de Israel. Selección a la que Puma viene vistiendo desde el año 2018, y para la que ha acordado tomar la decisión de cesar su relación de patrocinio, por razones, aseguran desde la compañía, exclusivamente comerciales y como consecuencia de una decisión que se habría tomado antes del enfrentamiento abierto el pasado 7 de octubre entre Israel y los milicianos del grupo paramilitar palestino Hamás. Motivaciones estas que no han impedido al movimiento propalestino BDS (Boicot, Desinversión y Sanciones) reivindicar la decisión como consecuencia y un éxito directo de la decidida campaña de boicot contra Puma que vienen sosteniendo desde el mismo momento en el que se convirtió en patrocinadora de la selección de Israel.
Sin haber sido comunicada de manera oficial a través de ninguna clase de comunicado formal, la decisión acordada por Puma terminaba por trascender a la opinión pública a través de una nota interna a la que tenía acceso el medio económico británico Financial Times, y de la que daba cuenta a lo largo de la mañana de este martes 12 de diciembre. Un contenido el recogido por el citado medio de comunicación económico que finalmente se encargaba de confirmar un portavoz de la misma multinacional deportiva en un comunicado remitido a la agencia de noticias Reuters, desde el que ya entraban a detallar cómo la decisión de cesar en el patrocinio de la selección de fútbol de Israel fue tomada el pasado año de 2022, como parte de su nueva estrategia “fewer-bigger-better” (menos, más grande, mejor). Una hoja de ruta con la que desde Puma aspiran a reposicionar la marca dentro de la escena deportiva, entre ello con todo lo relacionado con sus acuerdos de patrocinio a clubes y selecciones de fútbol, apostando por menos acuerdos, con selecciones y equipos más grandes, que permitan mejorar el valor de la marca a ojos de los consumidores y de los miembros de su comunidad de clientes. Objetivos todos ellos para los que entendían que no tenía cabida el seguir patrocinando a una selección de fútbol menor como la de Israel, como también cesarán de patrocinar a la selección de fútbol de Serbia, en ambos casos coincidiendo con la expiración de sus respectivos acuerdos de patrocinio, este próximo año de 2024. Unas salidas que serán compensadas con nuevos acuerdos con nuevos clubes y federaciones, empezando con la nueva asociación que la compañía ha firmado, y que acaba de dar a conocer este mismo miércoles, 13 de diciembre, con la federación de fútbol de Nueva Zelanda.
“Mientras que los acuerdos con dos nuevas federaciones nacionales recién firmados, incluido el de con la federación de un nuevo comunicado”, el dado hoy, “se anunciarán a finales de este año y durante 2024, los contratos de patrocinio con algunas federaciones como las de Serbia e Israel expirarán en 2024”, y no serán renovados, explicaba un portavoz de Puma a través de un comunicado remitido a la agencia Reuters. Misiva desde la que igualmente apuntaban desde la multinacional deportiva a que la decisión fue tomada en 2022 como parte de esa señalada nueva estrategia de Puma, ajustándose además en su toma a los plazos habituales para el diseño y el desarrollo de las camisetas de los equipos de las selecciones.
Una victoria para el movimiento BDS
Al margen de las consideraciones ofrecidas por parte de la multinacional deportiva, si bien de manera no oficial pero sí oficiosa, el resultado de su decisión ha sido ampliamente aplaudida por parte del movimiento propalestino BDS (Boicot, Desinversión y Sanciones). Organización desde la que mantienen puesta en marcha, desde el año 2004, una firme campaña de boicot contra las instituciones académicas y culturales israelíes, que, bajo las siglas PACBI (Palestinian Campaign for the Academic and Cultural Boycott of Israel), busca obstaculizar su normal desarrollo y actividad frente a lo que entienden que supone su profunda y persistente complicidad con la negación por parte de Israel de los derechos de los palestinos. Una campaña que en respuesta también venía, y viene, dirigiéndose contra la federación de fútbol de Israel, una IFA (Israeli Football Association) desde la que se supervisa la gestión y se aboga por mantener, sostienen desde el BDS, a equipos de fútbol oficiales para la federación, pero radicados en los asentamientos ilegales israelíes, considerados así por la mayor parte de la comunidad internacional, repartidos por Cisjordania, Jerusalén Este y los Altos del Golán, estos últimos en territorio sirio. Motivo este que propició el que desde BDS ampliasen su campaña de boicot contra Puma en 2018, al entender que su papel como patrocinadora de la IFA no hacía más que llegar para apoyar la política de asentamientos de Israel, en un extremo que desde la multinacional deportiva siempre rechazaron, alegando el que su papel se limitaba a patrocinar a la selección nacional, y en ningún caso alcanzaba a la actividad de ningún club.
“La Campaña Palestina para el Boicot Académico y Cultural a Israel (PACBI), parte fundamental del movimiento BDS, acoge con agrado la noticia de que Puma no renovará su contrato con la Asociación de Fútbol de Israel (IFA)”, declaran desde el movimiento BDS a través de un comunicado remitido a FashionUnited. “Puma ha sido el blanco de la campaña mundial del BDS desde 2018 por su apoyo al apartheid israelí que oprime a millones de palestinos”, al financiar a una IFA que “gobierna y aboga por mantener equipos en los asentamientos israelíes ilegales construidos en tierras palestinas robadas”, en lo que según se desprende de “los mensajes internos filtrados”, sostienen, había terminado dejando a la multinacional deportiva “bajo una tremenda presión para cancelar el contrato”. Y es que en un contexto como el actual, añaden, “mientras Israel lleva a cabo su genocidio contra 2,3 millones de palestinos en una Gaza ocupada y sitiada, matando a más de 18 000” palestinos, “incluidos decenas de futbolistas, la presión del boicot no hacía más que aumentar”.
Ofreciendo ya un balance del que consideran como todo un éxito para su firme campaña de boicot, “los años de implacable presión global del BDS sobre Puma, y el daño a su imagen, deberían servir de lección para todas las empresas que apoyan el apartheid israelí”, y es que “la complicidad tiene consecuencias”. “También debería de ser una lección para la FIFA, profundamente cómplice y dominada por Occidente, que continúa protegiendo a Israel del deber de rendir cuentas, a pesar de que los equipos de los asentamientos violan sus propios estatutos”. En este contexto, añaden, “damos las gracias a los cientos de colectivos solidarios, atletas y equipos de todo el mundo que apoyaron el llamamiento de 215 equipos palestinos a boicotear a Puma”. No obstante, apostillan desde el BDS, “esta victoria del boicot es una victoria agridulce”, que llega “mientras continúa la limpieza étnica de los palestinos por parte de Israel”; pero aún así, concluyen, “nos da esperanza y determinación para responsabilizar a todos los impulsores del genocidio y a lo partidarios del apartheid, hasta que todos los palestinos puedan vivir en libertad, justicia e igualdad”.