Sostenible e inclusiva: Desigual y el colombiano Esteban Cortázar celebran al Miami de los 90 en su primera colección conjunta

Madrid – Celebrando el espíritu latino como nexo de unión entre ambas orillas del atlántico, su colorido latido, su pasión en la manera de afrontar la vida, y combinando todo ello con el particular sabor al art decó y al street art tan característicos de la ciudad de Miami, ha presentado Desigual su primera colección desarrollada en colaboración junto al diseñador de origen colombiano Esteban Cortázar. Una propuesta plenamente inclusiva de prendas genderless sostenibles, que está llamada a convertirse solamente en el primer capítulo de las colaboraciones entre el diseñador y la firma de moda española.

“Dicen que llegan los locos años veinte… Así que para estos tiempos de fiesta, amor y color que se nos acercan nos preparamos con cabeza y muchas ganas”, nos explican desde Desigual a través de un comunicado, en relación a una colección que se significa como “un homenaje a los sueños de verano”, integrada por una sucesión de prendas especialmente ideadas “para recuperar la alegría de vivir”.

“Los duros tiempos que vivimos nos han demostrado que nuestra responsabilidad es compartir energía positiva”, añade por su parte el propio Cortázar. “Yo me siento muy cómodo colaborando y escuchando”. “La clave es ponerle amor a todo lo que haces y ser auténtico”, apunta el diseñador colombiano, “por eso mismo quise hacer algo personal para esta primera colección y conectar con la audiencia mas allá de la moda”. Un fin que Cortázar lograba alcazar recurriendo a la figura de su padre, el artista Valentino Cortázar, y a la del fotógrafo Andy Sweet como fuentes de inspiración de esta primera colección para Desigual.

Un homenaje al “color” de Miami

Más allá de esas particularidades que veremos en cuanto a las líneas de las prendas y sus características como piezas sostenibles, si por algo igualmente se destaca la colección es por el atractivo colorido de sus estampados y motivos. Elementos todos ellos inspirados en esa figura del padre y del fotógrafo Andy Sweet, en torno a los que Cortázar ha sabido sintetizar todo el ambiente y la atmósfera de esa frenética y colorida Miami que conociera de niño durante la década de los noventa.

“Valentino Cortázar, artista, es mi padre y mi mayor inspiración junto a mi madre”, no duda en señalar el diseñador colombiano. “Su amor por el color, por las mujeres, por la vida y por la alegría de vivir es el hilo conductor de su obra”, y “decidí trabajar con él para esta colección con una pieza que ensalza uno de los motivos más recurrentes” de su trabajo, “El Beso”, el mismo “que pintó en South Beach en la época”. “Además”, detalla Cortázar, igualmente “en la colección se rinde homenaje al icónico fotógrafo Andy Sweet”. “Hacemos un patchwork con sus imágenes tomadas en South Beach en los setenta, antes de la ebullición y locura que vieron los noventa”, combinándolas con “imágenes de los emblemáticos hoteles Leslie y Surfcomber, momentos de playa eternos y la arquitectura art decó”. “La idea de mezclar estos dos motivos y hacer que la colección sea en sí un patchwork me parecía muy adecuado y un verdadero fotograma de lo que fue Miami en la época”.

Unos tiempos en los que, añaden desde Desigual, en sus playas, paseos y terrazas se “podía ver como supermodelos de los noventa, increíbles drag-queens o excéntricos retirados compartían momentos históricos y se mezclaban con la cultura latina”. Una mezcolanza de estilos, culturas, cruces generacionales y maneras de entender la vida, que la propia firma ha buscado reproducir sumando en la campaña de esta misma colección desde a la actriz Daniela Santiago, una de las protagonistas de la serie “Veneno”; a la cantante de origen dominicano Yendry; al modelo y empresario barcelonés Biel Juste; a la diseñadora haitiana Michelle Elie; a la modelo italiana Chiara Scelsi; al supermodelo brasileño Jhona Burjak o a la artista drag-queen Alaska Nebraska.

Una colección plenamente inclusiva de prendas sostenibles

Integrada por un total diecisiete prendas, la colección se encuentra ya a la venta tanto a través de la página web de Desigual como de una selección de sus tiendas físicas y de establecimientos multimarca, así como de plataformas como Farfetch o Zalando. Espacios en los que podremos adquirir las piezas que componen esta colección, con unos precios de venta que oscilan en una horquilla que va de los 49,95 hasta los 169,95 euros, que si por algo se caracterizan es por su firme defensa en materia de valores de inclusión y sostenibilidad. Aspectos que veremos materializarse a través de unas prendas pensadas para ser llevadas por cualquiera, independientemente de su género, y fabricadas a partir de materiales sostenibles como el algodón orgánico o el Tencel. Una fibra celulósica certificada obtenida exclusivamente a partir de la pulpa de la madera de árboles de eucalipto, considera como la celulósica más respetuosa con el medio ambiente de entre las disponibles actualmente en el mercado.

Como resultado, nos encontramos ante una colección compuesta por “prendas que son para todos”. “Absolutamente todos”, enfatizan desde Desigual, e ideadas “para llevar a una fiesta” o incluso “debajo del agua”. Una propuesta entre la que encontraremos desde bañadores hasta “prendas vaqueras que nos acompañarán todo el año”, “camisas que son vestidos” o “chaquetas”, diseñadas tanto para él como para ella “y para todo aquel que quiera ponérselas”. Unas “prendas de patrones fáciles para que todos los cuerpos posibles se sientan cómodos dentro”, con lo que no hacen más que demostrar un compromiso social que también se ha llevado al terreno de lo sostenible, mediante el uso de “tejidos ecofriendly como el Lenzing ecovero, Naia, BCI cotton, Tencel, Lyocell o algodón orgánico”. Principales características en suma de unas “prendas diseñadas hoy, inspiradas en el pasado y pensadas para que las disfrutes siempre”.