Una polémica estéril: Peta cierra filas con Schiaparelli

Entre las imágenes más potentes y significativas que nos ha dejado tras de sí esta última edición, ya concluida, de la Semana de la Alta Costura de París, sin duda se destacan las producidas en el marco del desfile de presentación de la última colección de Schiaparelli. Casa que no solamente se ha encargado una edición más de abrir el programa de desfiles oficiales, sino desde entonces de protagonizar una creciente polémica a cuenta de los diseños con cabezas de animales que han ocupado un lugar central dentro de la propuesta diseñada por Daniel Roseberry. Diseños que, frente a la agitada controversia, han terminado siendo alabados y tildados de “fabulosamente innovadores” por parte de ni más ni menos que de Peta, la principal organización global defensora de los derechos de los animales.

Encargándose de abrir el programa oficial a través de un desfile, en vivo y en directo, que arrancaba apenas pasadas las diez de la mañana de este lunes 23 de enero, todos los focos de atención y las luces se ceñían sobre el desfile de Schiaparelli antes inclusive de que los polémicos vestidos se dieran oficialmente a conocer sobre la pasarela, con la llegada de Kylie Jenner al Petit Palais de París. Actual Museo de Bellas Artes de la Ciudad de París y lugar escogido para albergar la presentación de la colección de Alta Costura de Schiaparelli para la próxima temporada Primavera/Verano de 2023, al que Jenner acudía, junto al resto de rostros conocidos invitados a la presentación como Marisa Berenson, Rossy de Palma, o Doja Cat —otra de las grandes protagonistas del evento—, impactantemente vestida con el vestido negro con cabeza de león, pieza clave de la colección que se iba a presentar escasamente después sobre la pasarela. Un estilismo que rápidamente empezó a incendiar los ánimos a través de las principales redes sociales, enfrentando de uno y otro lado a quienes lo consideraban como un tributo a la belleza animal, y quienes lo consideraban como una alegoría en defensa de la caza. Enfrentamiento que no hizo más que avivarse tras la presentación sobre la pasarela del total de 3 vestidos, adornados con una cabeza de leopardo, de un león y de una loba, que el diseñador norteamericano Daniel Roseberry, director creativo de Schiaparelli desde 2019, ha terminado diseñando para esta colección. Propuesta modelada bajo el título de “Inferno”, e inspirada en el libro homónimo de la obra La Divina Comedia de Dante.

Tal y como ya nos encargábamos a este respecto de explicar desde FashionUnited con motivo del análisis de esta colección, la propuesta, construida sobre la sensación de “la duda” que nos acecha a lo largo de toda nuestra vida, y en especial a los creadores a la hora de enfrentarse al reto de dar forma a una nueva realidad, los tres modelos han sido confeccionados, lo explicaba así el propio Roseberry, “totalmente a mano, con espuma, resina y otros materiales artificiales”. Un ejercicio de falsa taxidermia que, muy lejos de referencias a la caza, buscaba dar forma a la atribución prototípica entre animales y pecados capitales construida entorno a la edad media, en relación a la cual el leopardo se presenta como la representación de la lujuria, el león como el del orgullo, y la loba como la representación del pecado capital de la avaricia. Una asimilación que Roseberry trataba de subvertir en lo que, posteriormente y a través de sus propias redes sociales, ha terminado describiendo como “3 animales esculpidos y bordados a mano, celebrando la gloria de la naturaleza y custodiando a las mujeres que los portan”.

Unas piezas “fabulosamente innovadoras”

A pesar de las intenciones expresadas a este respecto y en estos justos términos por el diseñador norteamericano, quien a través de estas piezas ha empezado a construir un identitario creativo tan propio como ajustado a los principios surrealistas sobre los que se asienta la casa Schiaparelli, no obstante desde que vieran la luz los tres diseños no han sido pocos los mensajes que se han lanzado, y que se vienen siguiendo lanzando desde entonces, tanto contra la colección como contra la propia Jenner y contra el diseñador por haber ideado las piezas. Tres vestidos hacia los que sus detractores coinciden a la hora de señalar que resultan tan de “mal gusto” como una referencia visual que alimenta la práctica de la caza mayor, tanto de estos como de otros animales; acusaciones que no obstante no han encontrado apoyo por parte de Peta.

A este respecto, ha sido la propia Ingrid Newkirk, cofundadora y presidenta de la organización defensora de los derechos de los animales, quien se ha encargado de salir públicamente a elogiar las “tridimensionales cabezas animales” diseñadas por Roseberry para Schiaparelli, calificándolas de “fabulosamente innovadoras”. Unas declaraciones que realizaba a través de un comunicado remitido a distintos medios norteamericanos como Page Six Style, de las que se servía para explicar que “los estilismos de Kylie, Naomi e Irina celebran la belleza de los animales salvajes y pueden actuar a modo de una declaración en contra de la caza de trofeos, en la que leones y lobos son despedazados para satisfacer el egoísmo humano”. Un ejercicio de concienciación para el que, yendo más allá de ahí, Newkirk invitaba al resto de diseñadores, casas de modas y personalidades como Jenner y las modelos Naomi Campbell, Irina Shayk y Shalom Harlow, estas tres últimas las encargadas de haber desfilado con las polémicas piezas sobre la pasarela, a “seguir adelante con diseños 100 por cien libres de crueldad que hagan gala del ingenio humano y prevengan el sufrimiento animal”.