Bershka estrena en México su nuevo concepto de tienda
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Madrid – La principal cadena de moda joven del Grupo Inditex introduce por primera vez en México su nuevo concepto de tienda, estrenado en Milán el pasado septiembre de 2023, con la reapertura y reinauguración de su “flagship store” de la avenida Francisco I. Madero de Ciudad de México. Un proyecto que se han encargado de desarrollar, en colaboración con el equipo interno de arquitectura e interiorismo de Bershka, desde el estudio de arquitectura barcelonés, especializado en retail, Castel Estudio.
Ubicada, de manera más precisa y exacta, en el número 38 de la avenida Francisco I. Madero, en esquina con la calle de Motolinia, la tienda se encuentra situada en el mismo espacio que venía ocupando hasta ahora Bershka en la que se destaca como una de las principales zonas comerciales del centro histórico de Ciudad de México. Una travesía cuyo trazado discurre entre la icónica plaza de la Constitución, popularmente conocida como el Zócalo, y el Palacio de Bellas Artes y la Alameda Central, catalogado como el jardín público más antiguo de todo México y de todas las Américas; punto de encuentro de las principales marcas comerciales que operan en el país, y entre las que no faltan las principales cadenas de la cartera de marcas propias del grupo Inditex, como Zara, Pull&Bear… y Bershka. Firma con la que la multinacional de la moda española opera cerca de unos 70 puntos de venta en todo México, parque comercial de entre el que esta pasa a ser la primera tienda de la cadena en implementar su nuevo modelo de tienda, convirtiéndose así en el primer establecimiento de Bershka de todo el país en ofrecer la nueva imagen y la renovada experiencia de compra en tienda de la principal firma de moda joven, por volumen de negocio, del Grupo Inditex.
Para alcanzar tal nuevo hito dentro del desarrollo y de la evolución de la cadena en México, se ha pasado a reformar por completo el espacio comercial de Bershka en la avenida Francisco I. Madero. Un total de 1 340 metros cuadrados, distribuidos en tres plantas en altura, cuyas labores de rediseño y renovación se han encargado de liderar desde el equipo de arquitectura y diseño interno de Bershka, en colaboración con el estudio de arquitectura especializado en retail, con sede en Barcelona, Castel Estudio; colaborador habitual de la cadena y el mismo “compañero” de viaje que ya escogieron desde Bershka para la implementación de este mismo último modelo de tienda en sus establecimientos de la rue de Rivoli de París (Francia) o del paseo de Gracia de Barcelona (España). Una serie de puntos de venta que, siguiendo con las directrices de ese nuevo modelo de tienda, se caracterizan por contar con una serie de principales elementos en común, como son la creación de espacios internos fluidos, la generación de itinerarios internos que faciliten diferentes experiencias de compra desde un mismo espacio, o la revalorización de las arquitecturas propias de cada establecimiento, que también encontraremos reflejados en esta renovada tienda de Ciudad de México. Establecimiento cuya reforma, y gracias precisamente a la actuación llevada a cabo para revalorizar esa arquitectura propia y singular del inmueble, ha permitido descubrir una escultura mexica de hace 500 años.
“Situada en el centro histórico de Ciudad de México, la tienda de 1 340 metros cuadrados se desarrolla en tres plantas donde se ubican las diferentes secciones de la marca”, desde el interior de un edificio “construido en los inicios del siglo XIX”, que “alberga unos interiores de gran calidad” y que “forma parte del patrimonio de edificios históricos protegidos de la ciudad”, detallan desde la cadena de moda española. Teniendo este bien presente y en consideración, añaden, “el proyecto ha decidido respetar la arquitectura interior existente, limpiándola de intervenciones anteriores y dejando a la vista las texturas de piedras, lava volcánica, ladrillos, etc. con los que fueron construidos los muros del edificio”. Un primoroso trabajo de revalorización, que permitió que “durante esta actuación, en una de las paredes”, saliera “a la luz una maravillosa escultura mexica de 500 años de antigüedad”, que “se ha integrado dentro del proyecto de la tienda”.
Con una histórica pieza mexica y una “escultura de luz” circular
Bajo este marco único que define la arquitectura del inmueble, y que ahora también contribuye a la singularidad como tienda de esta renovada tienda de Bershka de Ciudad de México, para el desarrollo de su perfil comercial, y siguiendo con lo ya apuntado, se han seguido aplicando las principales directrices del nuevo modelo de tienda de la cadena de moda joven. Cuestión que ha terminado por cristalizar en el diseño de espacios amplios y fluidos desde los que se potencia la comunicación espacial y visual entre las diferentes áreas y plantas de la tienda, al tiempo que se favorece la “construcción” de diferentes itinerarios de compra, puestos al servicio de los miembros de la comunidad de clientes de la firma de moda joven, y de las diferentes experiencias de compra que aspiran a poder experimentar desde un punto de venta del siglo XXI. Un aspecto sobre el que verdaderamente gravita en realidad este nuevo modelo de tienda de Bershka, ideado como una herramienta desde la que revitalizar el atractivo de las compras físicas en tienda, ofreciendo para ello una experiencia inmersiva capaz de responder tanto a la demanda de una experiencia de compra completamente física, como física y digital, siguiendo con la nueva “alma” omnicanal de la cadena.
En respuesta a estas intenciones, y aun a pesar del indubitable atractivo visual que generan las diferentes áreas y rincones de la tienda, para su diseño interior ha pesado como prioridad la idea de generar ambientes lo más neutros posibles, permitiendo así que todo el interés y el atractivo del espacio recaiga sobre las diferentes colecciones de Bershka distribuidas por el interior de las tres plantas de esta nueva tienda de Ciudad de México. Unas propuestas de moda y de complementos que todos aquellos que visiten este nuevo punto de venta encontrarán repartidas en una primera planta a pie de calle, reservada a la colección “Woman” de Bershka, seguida de una primera planta dedicada también a mujer, pero a las colecciones de la línea “BSK”, para terminar ya con una segunda planta en altura, y tercera en total de esta nueva tienda, reservada a la propuesta “Man” para chico de la cadena de moda joven.
Para la disposición de las piezas y de los artículos de esta distinta oferta por el interior de la tienda, se ha optado por un mobiliario, a medida, compuesto principalmente por murales expositivos perimetrales, en acabado efecto hormigón-piedra en la planta “Woman”, en azulejo cerámico en la planta “BSK”, y en tablero de conglomerado de madera OSB en “Man”, junto a una serie de elementos exentos de mesas y burras, en su caso en acabado en madera y en chapa galvanizada. Unos elementos de mobiliario expositivo cuyo diseño y disposición vienen precisamente a contribuir a esa sensación de libertad espacial y de fluidez a la que venimos apuntado, y que no responde a otra cuestión que la de facilitar esos movimientos con los que cada consumidor pueda optar a experimentar una experiencia de compra lo más propia posible. Un aspecto para el que terminarán de poner a su alcance desde Bershka una serie distinta de servicios y de áreas, fácilmente además identificadas gracias a sus acabados visuales y tonalidades, y que van desde diferentes zonas de probadores, en acabado estilo industrial, a un área de cajas asistidas, para devoluciones, o con cajas de autocobro, zonas estas ubicadas en las dos plantas en altura, la de “BSK” y “Man”, con las que cuenta la tienda.
Tratando justamente de reforzar la identidad, física y visual, de toda esta suma de elementos y detalles que terminan de dar forma al nuevo modelo de tienda de Bershka, para además este caso específico de su adaptación a la tienda de la avenida Francisco I. Madero de Ciudad de México, la tienda se ha pavimentado con una lámina de PVC gris que, sin juntas, es la que permite “diluir” las fronteras espaciales y generar un ambiente completamente continuo y fluido. Un espacio infinito, en el que surgen como pequeñas islas las diferentes zonas de probadores, de cajas y los núcleos de comunicación vertical, cuya presencia se enfatiza a través del uso de diferentes materialidades y colores. Habiendo escogido, para el caso de las zonas de probadores, un acabado cerámico blanco con cortinas plateadas; y para las cajas, un aplacado pétreo en rosa, para la de pagos en efectivo y devoluciones de la planta a pie de calle, y en el nuevo material Krion desarrollado por Porcelanosa, en un sugerente verde menta, para las cajas de autocobro, siendo el mismo acabado empleado para el suelo del área de probadores junto a la que se asientan. Mientras que en lo que atañe a los núcleos de comunicación verticales, para las escaleras, abiertas al interior de la tienda, se ha optado por un estimulante acabado vinílico en rojo que las hace destacar fácilmente y a simple vista, además de como un principal elemento atractivo-visual de la tienda. Una cuestión que se termina de destacar gracias al uso de un lenguaje monumental para el diseño de la arquitectura que los corona en la última planta, donde un aplacado en tableros de madera OSB termina de enfatizar el contraste entre los nuevos elementos y los viejos que configuran el espacio de esta nueva tienda, entre aparentes guiños y referencias a la Biblioteca de la Phillips Exeter Academy de Nuevo Hampshire, en los Estados Unidos, considerada una de las mayores joyas de la arquitectura postmoderna y una de las obras clave de su responsable, el arquitecto estadounidense Louis Kahn.
“La intención del proyecto ha sido en todo momento realizar una arquitectura neutra, que haga protagonista al producto y su colorido”, detallan sobre este proyecto desde Bershka. En ese propósito, “toda la tienda se ha pavimentado con una lámina de PVC gris, sin juntas, que permite dar continuidad al espacio y favorecer que muebles, mesas, expositores, etc. floten sobre él”, mientras que ya “dentro de este espacio monocromático, se han enfatizado con color las zonas de caja, escaleras y probadores”, unas áreas que “destacan dentro del espacio”, gracias al uso de materiales como ese Krion, “un material técnico” que en esta ocasión se ha escogido emplear en un “color verde claro en las zonas de caja”, mientras que se han usado “vinilos de color rojo para las comunicaciones verticales”, y una “baldosa cerámica blanca en la zona de probadores”. Un área esta última que se ha diseñado “pensando en una imagen doméstica y confortable”, con una serie de “cilindros envueltos en cortinas que permiten ser rodeados y ser percibidos desde el exterior a través de las ventanas”, generando “una experiencia visual nueva al descubrirlos y adentrarse en ellos”.
Desde un apunte al margen, cabe “destacar en el proyecto”, ponen en valor desde la dirección de la cadena de moda joven, “el espacio de comunicación vertical de la tienda, que conduce a las diferentes secciones y que se convierte en protagonista absoluto del espacio”. Se trata este de “una gran caja de madera de 14 metros de altura iluminada a través de una claraboya, y horadada por dos grandes óculos que enfatizan las texturas de los muros”, que “alberga las escaleras”, desde una naturaleza funcional cuya estética y diseño no obstante dan “al espacio una imagen majestuosa y elegante”. Misma impresión que se genera al observar la “escultura circular de luz que, a través de imágenes y mensajes de comunicación, se convierte en un elemento de identidad de la tienda”, y que se encarga de cerrar “el espacio cenitalmente”, aportando un extra de luz natural además a un interior para el que justamente se ha trabajado “priorizando” el aporte de “luz natural”, a través de decisiones de diseño como la de, en línea con ese objetivo, mantener sus mismas “aberturas existentes” en fachada.