¿Cómo es el trabajo de consultoría para marcas que buscan salir al mundo?

Buenos Aires - Camila Straschnoy es argentina y está basada en Miami, Estados Unidos, donde trabaja como consultora de marcas emergentes de moda latinoamericana, interesadas en salir a nuevos mercados.

En su background, se ha formado como diseñadora de indumentaria, ha realizado una maestría en arte y otra en investigación de tendencias. Además, hace unos años, incursionó en el mundo editorial y ha trabajado para InStyle México, Elle, L´Officiel y Vogue, entre otros medios. Esta actividad le permitió viajar, conocer el talento de moda que hay en la región y casi orgánicamente, junto a su socia Andy Faerman, comenzar a dar asesoramiento a aquellas marcas que requieren de herramientas para fortalecerse y salir a competir fuera de sus países.

Tuvimos la oportunidad de conversar con ella sobre su trabajo y sobre las firmas de moda que buscan crecer dentro y fuera de la región.

¿Cómo es el trabajo que hacen con los diseñadores que quieren darse a conocer y vender en Estados Unidos?

El trabajo que hacemos tiene que ver con el asesoramiento y la preparación para que las marcas se presenten en el mercado internacional. No se trata sólo de Estados Unidos, nos viene pasando con algunos clientes que necesitan estar listos para otros mercados como el de Asia, por ejemplo. En general, el concepto de nuestro trabajo tiene que ver con ayudar a marcas latinoamericanas de una manera 360 para poder vender en el mercado internacional.

¿Con qué se encuentran a la hora de empezar a trabajar con las marcas?

A todas les falta algo, en general. En Latinoamérica, a veces por estar menos expuestas o por ser un mercado que en ocasiones se maneja de un modo más informal, hay una carencia de ciertos lineamientos, que marcas que nacen en países en las que ciertas cuestiones están más estandarizadas. Por ejemplo, desde establecer un ADN y un diferencial bien personal y bien trabajado, hasta entender que es un line sheet, o conocer el manejo de las redes sociales para tener una narrativa, que es clave hoy en día.

¿Qué pasa cuando las firmas que recién comienzan ponen el foco en lo “artístico” y no en la cuestión del negocio?

Esa es una problemática, pero creo que en el momento en que las marcas llegan a nosotras, ya se dieron cuenta y es algo que buscan revertir, quieren comercializar y hacer negocios en la moda.

¿Qué es lo que llama la atención de los diseñadores latinoamericanos en el mundo?

Llama mucho la atención lo exótico, aunque creo que hoy ya hay países menos exóticos en la región, como por ejemplo Colombia que está teniendo muchos referentes.

Estamos en un momento en el que venimos de un boom de incubadoras de marcas latinoamericanas, summits de marcas latinoamericanas, pop ups de marcas latinoamericanas y personalmente me pasó algo: siento que en Latinoamérica siempre hubo diseñadores talentosos, pero ahora el “branding” de diseñadores latinoamericanos se está quemando un poco y hay un exceso. Hoy pensar en el talento del diseñador pasó a ser algo secundario e importa más de dónde viene. Lo Latinoamericano está sobrepasando el talento y el ADN.

¿Y hacia dónde va todo esto? ¿Ves el surgimiento de otra región que se destaque?

Creo que se va a resignificar. Hay otras regiones que están surgiendo. Hay cosas muy interesantes pasando en Grecia, en África y obviamente en Asia. Hay unos pop ups de jóvenes diseñadores en China que están llamando la atención.

Están pasando cosas en varios mercados emergentes de moda. Creo que en nuestra región hay mucho talento, pero tanto conglomerado de diseñador latinoamericano y que el diferencial sea el lugar de donde viene se va a diluir porque no tiene tanto sostén.

Fotos: Aldo Decaníz, Camila Straschnoy